Este finde he estado en Moguer, en casa de una muy buena amiga. Como siempre, me ha regalado fresas de allí. Mejor dicho, fresas no, fresones. Buenísimas, y lo mejor es que son recién cogidas. Pensé en algo que hacer con algunas que me habían sobrado, y decidí hacer mermelada, ya que se conserva muy bien. Es estupenda para cubrir una tarta de queso. Os cuento como se hace.
Los ingredientes que utilicé son:
- 1kg fresas
- 500 grs azúcar
- zumo de medio limón
En una cacerola, echa las fresas ya lavadas y troceadas, y añade el zumo de medio limón. Pon el fuego medio, y remueve de vez en cuando durante 15 minutos.
Pasados los 15 minutos el resultado será este.
Añade el azúcar y remueve de vez en cuando durante 45 minutos a fuego medio-bajo.
Pasados ya los 45 minutos, retíralo del fuego. Según gusto, puedes triturarlo o dejar los trozos de fresa. A mi me gusta más con trozos, por lo que no lo he triturado. Los trozos que quedan son pequeños.
Conserva en un bote hermético en el frigorífico.
¡Espero que os acompañe en muchos desayunos y meriendas!
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